Para poder contraer matrimonio en Suiza, es necesario haber cumplido los 18 años. Además, solamente se reconocerán aquellos matrimonios que se hayan llevado a cabo en una oficina del Registro Civil. En el cantón de Schaffhausen, la Oficina del Registro Civil de la ciudad de Schaffhausen es responsable de todos los ámbitos relacionados con el matrimonio, el reconocimiento de nacimientos y las defunciones. Allí se le podrá informar sobre las condiciones que es necesario cumplir para contraer matrimonio y sobre la documentación pertinente. En Suiza también pueden contraer matrimonio las personas del mismo sexo.
En Suiza existen y son legítimas distintas formas de convivencia. Muchas parejas viven juntas sin casarse (concubinato) y tienen hijos comunes. Estas parejas tienen la posibilidad de firmar un contrato de concubinato. Este puede ser certificado ante notario y, por ejemplo, regular el derecho de custodia y manutención de los hijos, lo que les pertenece o cómo se dividirán los gastos del hogar.
El divorcio puede ser solicitado tanto por las dos partes de una pareja como solo por una de ellas. El órgano responsable en este ámbito es el Juzgado de familia de la región. También los cónyuges que hayan contraído matrimonio en el extranjero pueden divorciarse según el derecho suizo. Para ello, deben tener su residencia en Suiza y llevar al menos un año viviendo aquí. Que las personas de origen extranjero puedan mantener su derecho de residencia tras el divorcio depende de varios factores. Si desea más información sobre este tema, diríjase a una oficina de asesoramiento de pareja y familia o a un centro de asesoría jurídica.
En Suiza existe el derecho a la libre elección de la pareja. Ni las familias ni otras personas tienen por tanto derecho a obligar a hombres o a mujeres a contraer matrimonio en contra de su voluntad. La coacción vulnera los Derechos Humanos fundamentales, así como la Constitución Federal de la Confederación Suiza, y está penada por la ley. Un matrimonio contraído bajo coacción puede ser declarado nulo por las autoridades, independientemente de si este se contrajo dentro o fuera del país.
En Suiza no se permite la violencia doméstica y está perseguida por la ley. Se entiende como violencia doméstica cualquier violencia física, psicológica o sexual ejercida en el seno de la familia o en una relación de pareja actual o disuelta. Las víctimas de la violencia doméstica reciben ayuda y asesoramiento: desde afrontar la experiencia de la violencia psicológica o aclarar cuestiones jurídicas hasta encontrar alojamientos de emergencia. También se ayuda a las personas que ejercen la violencia o que están dispuestas a hacerlo para que desarrollen nuevas formas de actuar y pongan fin a esta violencia o para no ejercerla en primer término.